Marcela Moreno

Diciembre 2018

Recordar a Fernando Llort significa traer a la mente colores intensos y texturas que forman imágenes pintorescas de El Salvador. El reconocido artista salvadoreño falleció este año, la noche del 10 de agosto, a sus 69 años de edad.

Pero la obra del artesano de la paz brilla como nunca pues cada rincón del país y el exterior se cubren con su esencia. Llort destacó por su estilo artístico único, cada pieza lleva impregnado el amor y la admiración por su tierra.

Hagamos un recorrido por la fusión de la iconografía religiosa, y el sentir popular plasmado en las obras más representativas de Fernando Llort:

• Armonía de mi pueblo

En 1996, Llort fue elegido para realizar su obra más grande: el mosaico de la fachada de la catedral metropolitana de San Salvador (destruido en 2011). El proceso de creación del mosaico tardó aproximadamente un año y estaba formado por más de tres mil azulejos pintados a mano que representaban la espiritualidad, el amor y el respeto a Dios.

• Monumento Bienvenido a casa

Llort mostró su talento una vez más al redecorar el monumento Bienvenido a Casa, también conocido como monumento al Hermano Lejano. Esta es la obra del artista que fue formada con los restos del mural «Armonía de mi pueblo», en la 49 avenida norte.

• Árbol de Dios

El Árbol de Dios, fundado en 1981, es la galería y tienda de Fernando Llort y se ha convertido en un sitio donde el turista puede aprender sobre la historia y técnicas del muralista salvadoreño. Puedes apreciar paso a paso los procesos de elaboración de los productos y las diferentes técnicas que se utilizan.

• Cruz de Romero

En 2013, Llort obtuvo otro logro significativo para su carrera a nivel internacional. En la Catedral Saint George en Londres, Inglaterra, existe una pequeña capilla dedicada a la memoria de monseñor Óscar Arnulfo Romero. Llort dejó allí su huella artística: una cruz de 4 metros de altura que lleva el apellido del mártir salvadoreño, asesinado el 24 de marzo de 1980.

• Unidos en tradición 

Fernando Llort muestra una de sus últimas obras, creada el 17 de diciembre de 2014, el mural “Unidos en tradición”, que adorna la embajada de México en El Salvador. El mosaico está diseñado en cerámica y es la figura del dios Quetzalcóatl, también conocido como la «la Serpiente Emplumada». 

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