Joya de Cerén se encuentra en el municipio de San Juan Opico, departamento de La Libertad.
Revista DEVACACIONES
Octubre 2019
El gobierno de Francia anunció la segunda fase del proyecto de obras de protección y mejoramiento del Parque Arqueológico Joya de Cerén, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 1993.
El proyecto tiene un monto de $1,340,000 provenientes del Comité Bilateral de Canje de Deuda Franco-Salvadoreño, que aportó $900,000 con una contrapartida de $440,000 del Gobierno de El Salvador.
“Francia es uno de los países aliados y el apoyo en cultura implica no solo invertir en un patrimonio salvadoreño, sino en un Patrimonio de la Humanidad”, recalcó la ministra de Cultura, Suecy Callejas. Informó que las obras inician hoy jueves 31 y concluyen a finales de mayo de 2020.
Autoridades y empleados de Gobierno durante la inauguración de la segunda fase.
Para el embajador de Francia en El Salvador, François Bonet, las obras “son una muestra de apoyo al gobierno de este país, claramente a sus esfuerzos para promover la cultura y, más precisamente, para promover el patrimonio”.
La funcionaria aclaró que los trabajos contemplan la investigación y estabilización de taludes de ceniza, la construcción de cubiertas para los complejos arqueológicos 1, 2 y 3 del sitio; rehabilitación del museo y la mejora de infraestructura de cafetería, baños y plazas.
Mejoras tras 20 años
En la primera fase, ejecutada del 24 de septiembre de 2018 al 15 de octubre de 2019, se estabilizaron los taludes de ceniza que rodean a las edificaciones. También se realizó excavación para determinar las áreas para colocar columnas que sostendrán los nuevos techos.
La segunda fase contempla la instalación de cubiertas iguales a la del Complejo 4. Sumado al cambio de techo, se instalarán nuevos desagües y malla metálica para impedir el ingreso de animales silvestres.
Cabe mencionar que Joya de Cerén fue sepultada por las cenizas del volcán Loma Caldera alrededor del año 650 d. C, las cuales preservaron el sitio y han permitido conocer la forma de vida de la aldea maya: rituales, agricultura, comercio, administración del espacio, organización ciudadana y hábitos alimenticios.
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