Este año, la feligresía católica conmemorará el viernes santo de manera diferente, ya que el covid-19 ha obligado a mantener distanciamiento social.  

 

La  fecha sirve para recordar la crucifixión de Jesucristo en el Calvario, quien se sacrifica para salvar del pecado a la humanidad y darle la vida eterna.

La procesión del calvario y el Santo Entierro, son los acontecimientos religiosos más emotivos, donde cada persona demuestra la pasión y fe. Muchos sacerdotes han hecho el llamado para que se celebre la vida y que triunfe la unión ante la pandemia del coronavirus.

Asimismo, el arzobispado ha invitado a los salvadoreños que celebren la semana santa desde casa.

Los orígenes de esta fecha se remontan al siglo II, cuando los primeros cristianos celebraba en domingo la Vigilia Pascual, en espera de la resurrección de Cristo.

Este año no se podrán realizar las llamativas alfombras creadas a base de sal y aserrín, donde muchos jóvenes católicos expresaban su devoción a través de creaciones sobre la pasión y muerte de cristo.

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El municipio de Sensuntepeque  es uno de los lugares más emblemáticos con su tradicional mega alfombra, que el año pasado llegó a medir 200 metros.

En San Salvador, la colonia «El Bosque», siempre se distinguía por sus creaciones donde los jóvenes de la comunidad se unían en la celebración.

 

 

 

 

 

 

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