Aún no sabemos qué hay en las piscinas naturales que nos descontrola… ¿Serán sus heladas aguas, el paisaje que las acompaña o la idea de que son lugares hechos por la naturaleza, o todo a la vez? En esta ocasión, recorremos las más bonitas que hay en El Salvador.
Texto Dixie Meléndez
- El Capulín, San Miguel
Ubicada en Moncagua, esta pequeña caverna es dueña de una de las aguas más cristalinas del país. Localizada exactamente en el parque acuático El Capulín, esta idílica piscina es completamente natural, de hecho, el municipio es conocido por abundantes ojos de agua que atraen cada vez más a los turistas.
- Playa Xanadú, La Libertad
Una de las playas más privadas del país es Xanadú, con una impresionante vista hacia el Pacífico y los acantilados que forman bellísimas piscinas naturales, hacen de ella, una de las más bonitas del país.
- Sol y Mar, La Libertad
Las piscinas de agua salada son en definitiva las más atractivas y tal vez la razón sea el Océano Pacífico que tienen como vista. En este caso, encontramos las de Sol y Mar, ubicadas cerca de la playa el Sunzal en La Libertad.
- El Palmarcito, La Libertad
La mayor parte de la costa salvadoreña, exactamente las playas ubicadas a lo largo de la carretera del Litoral están naturalmente decoradas con farallones. Las formaciones rocosas de algunas zonas permiten crear espectaculares piscinas como las de esta playa.
- Las Tunas, La Unión
Al oriente del país también es posible encontrar piscinas rocosas a la orilla de las playas; las de Las Tunas son especiales porque las infinitas piedras que las rodean hacen difícil el acceso a la playa, sin embargo, es posible disfrutar de un chapuzón en sus piscinas naturales.
- Termales de Santa Teresa, Ahuachapán
En un país volcánico es imposible no disfrutar de las tibias aguas termales que provienen de los ausoles; el de Santa Teresa, en Ahuachapán, es el más grande de Centroamérica y también uno de los más visitados por turistas extranjeros que buscan literalmente el “calor salvadoreño”.
- Los Chorros de la Calera, Sonsonate
Juayúa, en Sonsonate, es uno de los municipios que forma parte de la Ruta de Las Flores y también uno de los que más cascadas y piscinas naturales tiene; una de las más conocidas son Los Chorros de la Calera, sus aguas heladas son una irresistible tentación para olvidarnos por completo del calor de la ciudad.
- Los Chorros, La Libertad
La magia de este centro turístico son sus inmensas piscinas naturales, el lugar lleno de una abundante vegetación, es uno de los preferidos por los turistas durante temporadas vacacionales, por lo que para enamorarnos por completo del lugar es preferible visitarlo en temporada baja.
- El Saltón, Cabañas
Puede que no ubiques fácilmente el municipio de Cinquera, pero cuando descubras la impresionante piscina natural que tiene, -conocida como Poza El Saltón-, difícilmente podrás olvidar este destino. Estas verdes y frías aguas están dentro del parque ecológico “Bosque de Cinquera”.
10. La Poza de Los Cubos, San Vicente
Al parecer San Vicente tiene bellezas muy poco conocidas, una de ellas es esta inmensa piscina natural, llamada la Poza de los Cubos, una larga fila de roca asbáltica le da esa extraña forma de cubo a las piedras. Este lugar está en el municipio de Santa Clara y llegar a el requiere de una larga caminata. Nuestro consejo: pedir un guía en la alcaldía.
La unión las tunas porque conosco se que es muy bella esas piscinas
Que belleza
Conozco varios lugares los cuales frecuente, pero estos nuevos paseos me incitan a difrutarlos, deseo que se me cumplira.
Conozco Sol y Mar, buenisimo lugar, pero me ha llamado la atención El Capulin en San Miguel, me gustaría llevar a mi familia ahí.