Por Jhoel Díaz
Cada 12 de diciembre los mexicanos conmemoran el día de la Virgen de Guadalupe, fecha en que la Virgen María hizo su primera aparición ante el indio Juan Diego, en el Cerro de Tepeyac, en 1,531. Este sitio, hoy llamado «Villa de Guadalupe» y rodeado por la Ciudad de México, es un destino visitado durante todo el año.
Y no se trata de solo una iglesia sino de todo un complejo temático donde se encuentran al menos cinco templos que se han sucedido a lo largo de la historia.
La basílica moderna (1,976) resguarda el ayate con la imagen original de la virgen, al pie de la cruz de Jesús. En la plaza del frente, un campanario trina cada hora y recrea escenas de la aparición a través de figuras robotizadas.
El templo más antiguo (1,709) sigue ahí, inclinado por las condiciones del suelo, pero resguardado para la historia. También la capilla de indios, la del pocito y el templo de las capuchinas.
Los escalones entre jardines hacen del ascenso toda una experiencia de paz, un peregrinaje para atestiguar la devoción del pueblo mexicano.
En la cima, es momento para conocer la capilla del cerrito, el lugar exacto de las apariciones junto al cementerio histórico del Tepeyac, sitio donde se tiene una espectacular vista de las cúpulas, de la ciudad y de las montañas nevadas, entre ellas el Popocatépetl.
La entrada a la Villa de Guadalupe no tiene costo, pero si deseas entrar al museo, el aporte es de 5 pesos. Ten en cuenta que para recorrer todo el complejo necesitarás al menos una tarde completa.
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