El mundo visible jamás será suficiente para un corazón aventurero. 

Una colaboración de Tito, autor del blog gastronómico DondeComeTito. 

¿Cuál es el día perfecto para despegarte de la rutina, salir de la cama temprano por la mañana, llamar a tus amigos diciendo que estás a tan solo minutos de pasar por ellos, llenar el tanque de gasolina y fijar rumbo hacia algún municipio o atracción en el interior del país? ¡Domingo!

En esta ocasión la decisión fue sencilla, el cuerpo pide algo nuevo, algo para crear una primera impresión: Buceo.

Discover Scuba

Siempre hemos querido saber lo que se siente respirar bajo el agua por primera vez y con Discover Scuba Diving experimenté el primer vistazo al buceo real.

Una recomendación: si deseas aventurarte en el buceo, busca una escuela certificada. 

La empresa de tu elección debe proporcionarte un documento que te declare como participante del curso, un cuestionario médico que te avale la actividad, un acuerdo de descargo de responsabilidad y asunción de riesgos, otro de divulgación y reconocimiento de terceros y finalmente, un repaso de conocimientos y seguridad del curso.

Una vez todo firmado, entendido y acordado con tu instructor, es momento de pasar a la parte emocionante: el equipo.

Hora del reconocimiento

Antes de entrar al agua, el instructor se encarga de brindar indicaciones a tomar en cuenta una vez te sumerjas (ecualizaciones, formas de desempañar la careta, señas que indican si te encuentras bien o no, si quieres subir o bajar o si necesitas de algún tipo de ayuda).

La siguiente parte es la presentación y explicación del uso de cada uno de los implementos del equipo:

• Traje: prenda de neopreno utilizada para inmersiones en aguas, la cual te ayudará a protegerte del frío.
• Aletas: ofrecen la posibilidad de desplazarse de una forma más cómoda y relajada.
• Cinturón: con este cinturón le aportas peso al traje, permitiendo una fácil sumersión.
• Máscara: Imprescindible para la visión bajo el agua.
• Chaleco: Nos ayuda a mantenernos seguros dentro y fuera del agua. Además, es de gran utilidad para tareas de rescate.
• Regulador: el que reduce la presión del aire de 200 o más atmósferas hasta la presión ambiente.

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La Experiencia.

Lleva algún tiempo adaptarse –después de todo, los humanos no estamos hechos para respirar bajo el agua – sin embargo, después de algunos minutos de asombro sobrecogedor, la mayoría nos dimos cuenta de lo realmente sencillo que es el buceo.

La primera inmersión es la más interesante, el temor de hundirte por completo o de no saber cómo respirar a tan larga distancia de la superficie hace su aparición, los oídos eventualmente comienzan a doler pero si sigues las instrucciones, los posibles problemas se convertirán en una experiencia única y emocionante.

Jugar con tus ecualizaciones, tu respiración y los reguladores de aire mientras exploras la profundidad del lago, nadas entre los peces y admiras la flora marina se convierte en una vivencia que seguramente te hará regresar a explorar cada vez más.

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