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Marzo 2019
Luego de la controversia sobre la falta de algunos permisos ambientales para realizar el proyecto de Mejoramiento y Acondicionamiento del Parque Puerta del Diablo, el Instituto Salvadoreño de Turismo (ISTU) informó que las obras continúan su proceso normal ya que se ha cumplido con todo lo requerido por los técnicos especialistas del Ministerio de Cultura, Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), según lo solicitado por el Juzgado Ambiental de Santa Tecla.
Es importante aclarar que ya para el inicio de las obras, el 5 de noviembre de 2018, el proyecto ya contaba con los permisos de la Oficina de Planificación de la Región La Libertad (OPAMUR), para ejecutar trabajos únicamente de terracería, apuntó el ISTU.
Los cambios solicitados por parte del MARN y Ministerio de Cultura contienen la optimización del diseño, para asegurar la conectividad del hábitat y al mismo tiempo mejorar la protección del territorio, su entorno y las comunidades, mediante acciones concretas como utilización de materiales amigables con el Medio Ambiente y la compensación del ecosistema con la siembra de flora nativa del lugar.
La institución, a cargo de los parques turísticos populares del país, desmintió de este modo los comentarios de algunos grupos de personas que aseguran que se han talado excesivamente árboles en la zona, ya que según datos estadísticos de la institución, el Parque Puerta del Diablo registra 460 arbustos, de los cuales únicamente 48 han sido retirados, representando sólo un 10%, clasificados como frutales entre ellos: guayabo, izote, mango y jocote, y ninguno de ellos está clasificado como especie protegida.
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Por otro lado, el ISTU hizo énfasis: «Es totalmente falso e irresponsable expresar que en el Parque Puerta del Diablo existe una recarga hídrica (vertientes de agua), ya que las condiciones del suelo no permiten la generación de depósitos de agua subterránea; inclusive el nivel freático se desconoce a qué profundidad se encuentra, según estudios realizados para la ejecución del proyecto».
El instituto, que es dirigido por la Dolores Henríquez de Funes, destacó que previo al inicio de este proyecto, se entabló un diálogo participativo y social con los 38 arrendatarios y comerciantes que trabajan en el parque, mismos que están registrados por el ISTU y están de acuerdo con la realización de este proyecto, ya que una vez finalizado ellos regresarán al mismo lugar de trabajo.
«Es totalmente falso expresar como rumor sin fundamento, que el ISTU privatizará el servicio de Recreación Familiar que ha brindado desde el año de 1961», recalcó. El objetivo del proyecto es realizar un ordenamiento visual del entorno, convirtiéndolo en un nuevo centro recreativo con condiciones favorables de seguridad, limpieza, ornato, iluminación y servicio de agua para los visitantes nacionales y extranjeros.
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