Antes de 1971 era una finca inmensa en la que lo único que se veía eran cafetales. Hoy, 43 años después, es una oda a una de las maravillas que el hombre es capaz de hacer. 

Texto Dixie Meléndez
Fotos Pablo Corozo

Nos cuesta encontrar una palabra que describa a la perfección esa sensación de estar en la primera reserva forestal del país, en Metapán, Santa Ana. Tenemos el escenario: rústicos caminos que nos dejan ver pinos, cipreses, robles y otras especies de árboles con un exquisito clima que ronda los 15 °C y 17 °C.

De entrada, el lugar nos lleva a una escena completamente diferente a la que estamos acostumbrados en el país, climas cálidos y esas playas ideales para el surf se hacen a un lado para dar paso a las maravillas que el ser humano es capaz de hacer.

¿Por qué decimos esto?

Necesitamos entender un poco de la historia del lugar y saber que el lugar perteneció a una familia española que se dedicaba a la agricultura y ganadería, deforestando gran parte del bosque, hasta que en 1932 un alud soterró parte de Metapán e hizo que el gobierno tomara control y acción hasta lograr comprarlo en 1971, posteriormente declarándololo parque nacional y empezar un plan masivo de reforestación.

Hoy, 43 años después, se logran ver increíbles resultados. Los árboles perfectamente alineados nos dan esa sensación de paz y de creer en un mundo mejor ¡hasta eso! El parque nacional en sus 1,973 hectáreas alberga cientos de animales como el Cuche de monte, el Quetzal, la Pava negra, la Guacalchía de montaña, sin embargo, es un exclusivo hogar de especies que no encontrarás en otras partes del país, como por ejemplo el Talapo de montaña, el Venado rojo y la Lagartija de Montecristo.

Por otra parte, el parque atrae la atención de miles de curiosos que acuden a él porque han escuchado del “Árbol del Amor”, dos árboles curiosamente enlazados de una manera muy sugestiva e interesante, claramente se observa que el “macho” es un árbol muerto, pero sin embargo, ha logrado permanecer en pie gracias a que la “hembra” le transmite un poco de su savia.

Montecristo tiene mucho por ofrecer y por descubrir. Al escalar hasta su punto más alto es posible llegar al lugar conocido como “El Trifinio”, una zona en la que se unen El Salvador, Guatemala y Honduras. Una caminata que dura aproximadamente tres horas (solamente la subida).

También alberga uno de los lugares más especiales del país, el Jardín de los Cien Años -exactamente aquí está el “Arbol del Amor”-, que debe su nombre a una especie redescubierta después de cien años de haberse proclamado como extinta. En este lugar del parque encontrarás plantas tan milenarias que algunas recuerdan la época de los dinosaurios, y no, no es exagerar, los helechos arborescentes que se encuentran en su estado más natural nos hacen recordar escenas de Jurassic Park.

Más de 25 especies de orquídeas les aportan su esencial belleza al parque y otras innumerables plantas y animales.

Lo que no debes dejar de hacer en Montecristo:

Acampar
En serio. La verdadera magia de este parque está en una de las actividades que te permitirán conocerlo a profundidad. Hay tres áreas para acampar y dos para almuerzo. Algunas de las cabañas cuentan con ducha y cocina. Amanecer con ese clima de montaña es, sin lugar a dudas, una de las mejores experiencias.

Hacer caminatas
Mientras recorres todo el parque puedes dejarte deslumbrar por las espectaculares vistas hacia la ciudad de Metapán, el lago de Güija y la lagunita de Metapán, además de las reconocidas montañas que lo rodean. Llegar y tomarte una fotografía en este lugar debe ser lo más parecido a vivir en una postal.

Visitar el Casco Colonial
Que, además, funciona como Centro Interpretativo, el lugar resulta una experiencia agradable desde el punto de vista de ser un lugar que se presta para conocer un poco de la historia de la colonización, fachadas que conservan su arquitectura original, calles empedradas y techos de teja. ¡Historia desbordante!

 A pesar de que no llegues hasta El Trifinio, el solo hecho de conocer uno de los principales bosques nebulosos del país, la primera reserva reserva forestal, área protegida y esa sensación indescriptible de observar un bosque cuidadosamente plantado lo hacen una experiencia que nadie debería perderse.

 ¿Cómo llegar?
Desde San Salvador, tomas la carretera CA-1 hacia Santa Ana, luego el desvío hacia Metapán (CA-12). De la ciudad de Metapán hasta la entrada del parque son aproximadamente cinco kilómetros.

También puedes organizar un viaje más profesional con la agencia de viajes más grande de El Salvador: El Salvador Turismo, llamando al (503) 2510-7640 o escribiendo a reservas@elsalvadorturismo.com

Recomendaciones:

• Lleva suéter. No importa en qué época del año decidás visitarlo, lo más seguro es que esté haciendo frío.
• Zapatos cómodos. Los más recomendables son tenis y botas.
• Carro todoterreno. Los tipo sedán no son aconsejables. El camino es muy inclinando y rústico. Jeeps y camionetas son válidas
• Consulta horarios de visita. Los horarios son de lunes a domingo de 7:00 a.m. a 3:00 p.m. Los números a los que puedes llamar para mayor información son (503) 2233-6276 y (503) 2233-6259 o visita la página web www.marn.gob.sv

Galería de fotos:

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