Por Jhoel Díaz

Septiembre 2019

Doña Dina Hernández lleva 10 años trabajando la materia prima del mimbre, para elaborar diversidad de artículos decorativos y tradicionales que son ofrecidos en su local, en la carretera que lleva a la Ruta de las Flores, en el municipio de Nahuizalco, Sonsonate.

Se trata de un negocio que involucra a toda su familia y que además da trabajo a más colaboradores, ya que también elaboran muebles de madera rústica y otros materiales como el tule de agua y de petate.

*El mimbre es un arbusto de cuyo tronco nacen ramas largas, delgadas y flexibles que se utilizan en trenzas para hacer cestos y muebles.

Hernández cuenta que sus creaciones incluyen carteras, sombreros, cestas y jarrones que son comercializadas en ferias de emprendedores, como las impulsadas por Fosofamilia, en instituciones y plazas de San Salvador.

*El Fondo Solidario (Fosofamilia) es una institución financiera con enfoque de género, que brinda crédito a familias micro-empresarias.

Cabe mencionar que el mimbre es traído de Guatemala y Honduras, para elaborar piezas especialmente dotadas de creatividad y encanto. Los precios van desde $1 hasta $20 o $15, dependiendo del tamaño. 

Sin embargo, doña Dina cuenta que en ocasiones los consumidores no están de acuerdo con los precios, sin considerar el trabajo manual y las horas de trabajo invertidas.

«Apoyemos el emprendimiento… A veces la gente no quiere pagarlo, pero cuesta. Es un trabajo a mano, hecho con mucho empeño, y sí, me he conocido a muchas personas que lo aprecian», apunta la artesana salvadoreña, que además se satisface de brindar trabajo a otros miembros de su comunidad, entre ellos personas de la tercera edad.

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